domingo, 21 de abril de 2013

MONDOVÍ

El domingo 21 de abril, día de resaca turinesa, planteamos conjuntamente con los colegas de Pinardi una salida a Mondoví. La lluvia motivó que fuera este pueblecito y no Mondovicino el destino de nuestros pasos, que nos llevaron, una vez más, hasta la coqueta estación de Fossano. A los chicos no les apetecía con cielo tan nublado embarcarse en nuevas odiseas ferroviarias.





Por suerte, creo que la excursión mereció la pena. No llegó a la media hora de trayecto. Luego tuvimos que hacer una corta caminata a pie hasta el puente que cruza el río, adentrarnos por las calles de la población que queda al pie de la montaña, y, finalmente, tomar el funicular que nos subió hasta la cumbre.



En la provincia de Cuneo, región también del Piamonte, a 70 km de Turín, Mondoví es en realidad una ciudad doble con un casco histórico, Breo, en la cumbre, también conocida como Piazza alta, y otra población en la zona baja.





El trayecto en el funicular fue corto, pero las vistas muy bellas. Colinas verdes siempre, frescas, prados en pendiente, nubes de tormenta ... No me pongo más bucólico. Napoleón dijo de este lugar que era el más precioso que había visitado, el hecho de que se atribuya al gran Corso esta frase, creo que es motivo suficiente para dejar constancia en el blog de nuestro paseo.








Una vez que se sale del apeadero, la plaza medieval se abre con un especial y acogedor abrazo. El visitante que se aventura a recorrer callejuelas puede llegar con comodidad hasta la Catedral, del siglo XVIII, en un elegante barroco con interior revestido en mármoles varios, y, con un poco de suerte, podrá acercarse hasta el giardino, donde un robusto campanile, en realidad, reloj con cuatro esferas, marca una de las primeras mediciones geográficas de meridianos y paralelos.






Inmortalizamos la admiración de los muchachos con estas fotos de grupo.

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