jueves, 18 de abril de 2013

NOS ORGANIZAMOS

HORARIOS

El miércoles por la mañana llegamos todos a Fossano, al Instituto María Auxiliadora. Lo hicimos en 2 furgonetas y un coche. Llegamos cargados de ilusiones. Ismael fue al Laboratorio de Electricidad, Jorge y Diego al de Mecánica, Yuliana y Elena al de Administración y Gustavo al de Informática. Todos menos Gustavo quedan en el centro salesiano, nuestro colombiano está destinado en Vallauri, algo más alejado, pero en nuestra ruta diaria.

Los horarios son claros: de 8 a 13 y de 14 a 17. Hay excepciones. Gustavo no trabaja por las tardes y las administrativas tienen algo más de libertad de movimientos. El trato es cordial, educado y, en muchas ocasiones, hasta cariñoso. Se come de 13 a 14. De 17 a 19 hay tiempo libre para actividades múltiples (deporte, futbolín, paseo, internet). Los alumnos españoles disfrutan de las mismas comodidades que los nativos y se habilita al respecto una sala de informática para facilitar la conexión. Se cena a las 19 y desde que se finaliza la sobremesa hasta que llegamos a Boschetti hay tiempo para varios viajes en furgoneta y coche.

Allí, Babilonia. Esa máxima latina de "Et in Arcadia Ego" va al pelo para el turno de duchas. En post anteriores ya expliqué el dilema de la toilette. Nuestras mujercitas, que son 2, más las otras 11, que son 13 en total, se metamorfosean. Todas quieren secador, plancha ... y dan las mil.

La apretada agenda me impide seguir con la programación de tareas diarias. Están tan cansados a las 21:30 que en poco más de 15 minutos desean ya caer en el catre. Esa fue la rutina de la semana (miércoles, jueves y viernes).

El viernes iniciamos un curso de italiano que, si no me fallan los cómputos, será de 20 horas. La profesora es jovencita y muy simpática, se llama Chiara. Tiene también mucha paciencia con las ragazzas, que no paran de preguntar sobre los arditi turineses y los lugares de perdición en Fossano. Fueron 3 horas de clase.

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