HORARIOS
El miércoles por la mañana llegamos todos a Fossano, al Instituto María
Auxiliadora. Lo hicimos en 2 furgonetas y un coche. Llegamos cargados de
ilusiones. Ismael fue al Laboratorio de Electricidad, Jorge y Diego al
de Mecánica, Yuliana y Elena al de Administración y Gustavo al de
Informática. Todos menos Gustavo quedan en el centro salesiano, nuestro
colombiano está destinado en Vallauri, algo más alejado, pero en nuestra
ruta diaria.
Los horarios son claros: de 8 a 13 y de 14 a 17. Hay excepciones.
Gustavo no trabaja por las tardes y las administrativas tienen algo más
de libertad de movimientos. El trato es cordial, educado y, en muchas
ocasiones, hasta cariñoso. Se come de 13 a 14. De 17 a 19 hay tiempo
libre para actividades múltiples (deporte, futbolín, paseo, internet).
Los alumnos españoles disfrutan de las mismas comodidades que los
nativos y se habilita al respecto una sala de informática para facilitar
la conexión. Se cena a las 19 y desde que se finaliza la sobremesa
hasta que llegamos a Boschetti hay tiempo para varios viajes en
furgoneta y coche.
Allí, Babilonia. Esa máxima latina de "Et in Arcadia Ego" va al pelo
para el turno de duchas. En post anteriores ya expliqué el dilema de la
toilette. Nuestras mujercitas, que son 2, más las otras 11, que son 13
en total, se metamorfosean. Todas quieren secador, plancha ... y dan las
mil.
La apretada agenda me impide seguir con la programación de tareas
diarias. Están tan cansados a las 21:30 que en poco más de 15 minutos
desean ya caer en el catre. Esa fue la rutina de la semana (miércoles,
jueves y viernes).
El viernes iniciamos un curso de italiano que, si no me fallan los
cómputos, será de 20 horas. La profesora es jovencita y muy simpática,
se llama Chiara. Tiene también mucha paciencia con las ragazzas, que no
paran de preguntar sobre los arditi turineses y los lugares de perdición
en Fossano. Fueron 3 horas de clase.
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