GUSTAVO sigue ahí, en un laberinto de cables azules, verdes, amarillos y rojos. Su trabajo es un collage de alegría, escrutina cada circuito y aprende, aprende aceleradamente con esa ilusión infantil y unos ojos que se abren de par en par ante cada nuevo conocimiento. Hoy se levantó algo acatarrado, con mocos, pero se encuentra en pie.
Anoche cambiamos de ubicación y cogió sus cosas para mudarse de habitación. Tuvimos días eléctricos, momentos difíciles, pero ya me encargo yo de solucionarlo y de poner a cada uno en su sitio. Que sus padres estén orgullosos de él, teníais que verle, ¡qué bravo! dice Mino, su profesor en Vallauri. No ha habido ni una sola vez que no haya ido a por él para comer en Fossano que no haya salido por la puerta principal con una sonrisa como el sol.
Decidió quedarse allí, solo, y que no le acompañase ningún español. Los profesores le quieren y ha sabido ganarse a los funcionarios, pero a todos. Cada mediodía, cuando llego, ya saben quién soy y para qué estoy allí.
Me ha contado que además de lo que está aprendiendo, sus superiores de forma extra oficial le agasajan con consejos, recomendaciones y todo tipo de informaciones útiles. Ya sabe limpiar equipos, sortear programas y evitar virus. Anoche me confesaba por lo bajín, en la alcoba, algo de un "virus policial", pero yo no lo entendí muy bien, ya os lo contará en persona cuando llegue.
Se acuerda mucho de casa, ¿quién no lo hace a tantos kilómetros de distancia?, pero disfruto con su conversación por el cariño que demuestra hacia su madre, el apego a la familia y el agradecimiento constante al Colegio. Mi colega Enrique se sentirá orgulloso y, si no le pitan los oídos, ya se lo digo yo, que tiene biógrafo oficial en la persona de GUSTAVO.
Ismael, Viso, Alba, Cristina, Carlos, Roco ... todos vuestros nombres están presentes en el día a día italiano. ¡A ver si le podéis dar una alegría y le dejáis comentarios de ánimo en el blog!. Ojalá estéis todos bien, y me uno a sus buenos deseos de que hayáis sacado el curso y disfrutéis también de unas satisfactorias prácticas.
Nos veremos pronto.
El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.
ResponderEliminarHola, soy Enrique. Perdón por no comentar más a menudo, pero la vida ahora mismo no me da para mucho más, aunque os leo sin falta, todas las entradas, que nos permiten seguiros casi día a día. Por aquí hemos terminado ya la evaluación y visitado las empresas de prácticas a las que se incorporarán la semana que viene los siguientes compañeros de clase: Estefanía, Ismael, Carlos, Alba, Jorge, Amgad, Kalin y Alejandro Viso. Se quedan, por desgracia, Cristina y Adrián (Roco). Esperemos que lo hagan bien y nos dejen en buen lugar, aunque para llegar a lo tuyo, Gustavo, van a tener que echar el resto. Estoy muy, muy, pero que muy orgulloso de ti, Gustavo, y de lo que me cuentan tanto Raúl como Jaime sobre ti. ¡Enhorabuena!
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