martes, 14 de mayo de 2013

MONOGRAFÍAS (4)

JORGE ha conseguido muchas cosas en Italia. La primera, despuntar en un taller desconocido, con un idioma que no es el propio y rodeado de personas a las que no se entiende muy bien; la segunda, madurar a una velocidad de vértigo; la tercera, relacionarse. En el fragor de la convivencia ha demostrado estar a la altura.

Él ha sido el "capitano" de la habitación, ha llevado los galones y ha sabido bromear con todos. Nos hemos despertado con unas risas, igual que al acostarnos, gracias a él. En el trabajo ha compartido andanzas con Diego, y los dos, como ya os contarán, han llegado lejos.

A lo mejor desde Madrid se pierde un poco de perspectiva respecto a este gran esfuerzo psíquico y físico. A ver si sus familiares y amigos le pueden escribir algo en el blog o llamarle, para que el ánimo no decaiga.

A su padre y a su madre les digo que hace de todo: tan pronto barre y friega el taller, como está alrededor de cables, bujías o cualquier otra herramienta. Se acuerda de Javi Blanco cuando explica cada tarea. Le da igual furgoneta, coche o moto, siempre está dispuesto. Además, en los trayectos desde Boschetti es mi copiloto predilecto.

Está a las órdenes de Abdil, que le trata bastante bien. Parece que han hecho migas. Es un show en el trabajo pero se valora (y mucho) lo que hace. A mí, y no lo digo por ser el tutor español, me parece que su nivel es más avanzado.

Hace unos días paseando por los alrededores de su puesto encontré a la pareja feliz (JORGE & DIEGO) allí, con los monos azules y de brazos cruzados. Creí que estaban escaqueándose del jaleo, pero su responsable les había dado tiempo libre por la celeridad con que habían acabado la tarea.

¡Preparad las palmas para recibirle!, ¡o el laurel!.

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